29 noviembre 2009

Los Viajes de la Muerte (1)



1 (la elección)

Sentada en el tren viaja la muerte
con esa elegancia ancestral que la caracteriza
va escudriñando el aroma que desprende esa pareja de enamorados
que están en pleno beso
-la muerte cierra los ojos y absorbe el aire-
( ( ( u u u h h h h h . . . . . . . ) ) ) dice la muerte entre paréntesis
dos hombres con cara de amargados
discuten un viejo problema financiero
-la muerte sonríe-
una pareja de ancianos se toma de las manos sospechando el final
-la muerte bosteza-
un hombre se rasca la cabeza no muy fuerte pero
sus dedos se manchan de sangre
-la muerte está a punto de soltar una carcajada pero se contiene-
una mujer de mirada perdida piensa en la boda de su hija
y una imagen de profundo dolor invade su mente
-la muerte camina por el pasillo sin decidirse-
otra mujer joven se queda dormida y sueña que es abuela
y que nadie la llamará jamás para su cumpleaños
-la muerte acaricia su pelo y a la mujer le brota un puñado de canas-
un joven que escucha su música a solas
cierra los ojos y viaja por las profundas grietas de una pequeña tabla
que lleva escondida en su bolsillo
-la muerte exhala y un olor a madera invade el vagón-
( ( ( a a a h h h h h . . . . . . . ) ) )
un hombre despierta de golpe
después de tener un increíble sueño que no puede recordar
se ha pasado la estación, mira a todos lados
no hay nadie
a él le ha tocado
-la muerte sonríe y da el zarpazo-
el tren se ha detenido.


© Imagen de Adrián Arias
(escrito en el Bart)

24 noviembre 2009

EL CUERPO



El cuerpo humano,
el maravilloso cuerpo humano
con su delicada colección de lunares
colocados estratégicamente
para ser descubiertos por los amantes
y provocar curiosidad

el cuerpo escultura de barro
de una creación no comprobada en las escrituras
el cuerpo de tierra caliente y sal
habitado por la humedad inmortal del silencio

el cuerpo que brilla en las manos oscuras de la caricia
el cuerpo esbelto mostrando sus cicatrices con orgullo
el cuerpo encogido
recordando el alimento amniótico

llorando de alegría sin poder entenderse
el cuerpo atrapado en la piel
definido por sus largas y torpes extremidades
el cuerpo que a veces se olvida de si mismo

el maravilloso cuerpo humano
descascarándose como una cebolla
está esperando recordar la naranja de su infancia
o el primer beso
o el perfume de jazmín de la abuela muriendo
y liberándose de los espejos que querían atraparla.


© foto de Adrian Arias
AA 24 Noviembre 2009

10 noviembre 2009

Canción Secreta

“No miréis prevenidos, hombres, tierra ninguna,
toda es vuestra, y es tanta que de vista se pierde”
Carlos López-Rocha



Cuando la tierra duerme, se parece a nosotros
pero sueña diferente
su cuerpo se amolda a los ríos y acepta las elevaciones del terreno
nosotros nos amoldamos a los horarios y aceptamos la comida sin tocarla
casi sin mirarla la metemos en nuestras bocas y seguimos la conversación.

Las cuevas las grietas y los acantilados salen a bailar con luz de luna
nosotros nos vestimos rápido para no llegar tarde a divertirnos.

De su cuerpo nace la infinita escalera que nos duele
la que llamamos raíz y aprendemos a dibujar como algo que vive dentro de la tierra
cuando en realidad está por fuera expandiéndose en el aire.

De nuestro cuerpo nace la infinita impaciencia que nos hace vengativos
la que no sabemos dibujar –menos mal-
pero la escupimos sin miedo a equivocarnos.

Oh Diosa –odiosa!- deja de escuchar esa canción secreta
y cuéntame que es lo que dice en realidad la letra,
enhébrame en tus hilos invisibles y llévame a recorrer
tu olor de mujer-tierra mujer-fango mujer-caverna.

No cabe bastante ruido en nuestras cabezas
ya no soportamos más
el silencio batiente y sudoroso de nuestra derrota diaria
…si ya se… no es tu culpa pero
te toca rescatar lo que queda de nosotros
si es que quieres seguir soñando.

AA 10 nov 2009
(© foto de Adrian Arias, modelos: Sandra y Noemi)