19 diciembre 2011

((36))



(confesiones de mi madre)

(1) Nací el mismo día que mi madre, de padre poeta, en el puerto de Buenos Aires, con un tango sonando a la distancia.
(2) De niña fui zurda pero las monjas de mi escuela golpearon mi mano izquierda para que escribiera con la derecha.
(3) Mi abuela favorita: María Emilia del Rosario del Sagrado Corazón de Jesús.
(4) Mi postre favorito: de niña, helado de chocolate en Palermo; de grande “pie de limón”, recuerdo que una vez hicimos uno juntos en Chimbote.
(5) De niña me gustaba esconderme debajo de la mesa del comedor para escuchar las conversaciones de los adultos que hablaban todo el tiempo de la segunda gran Guerra en Europa, mientras yo jugaba al doctor con mis muñecos.
(6) Un día vi a mi padre desnudo y fui corriendo a verificar si mis muñecos también tenían sexo, fiasco total.
(7) A los 15 usaba tacones y me pintaba los labios para entrar a los bares con mi amiga mayor.
(8) De adolescente, jugaba con mis muñecas mientras esperaba a mi novio.
(9) Mi primera cicatriz …. mmmhhhh … accidente en mi moto Vespa Chillera color concho de vino.
(10) Mi tía favorita: Sila, ella me hizo escuchar “El Pájaro de Fuego” de Stravinsky, y eso cambió mi vida.
(11) Mi piedra favorita, Turqueza, aunque siempre quise llamarme Ambar.
(12) Mi personaje inventado: “Flippy Popperland”, no recuerdo como apareció, sólo vino a mi mente y me liberó.
(… Recuerdo que de niño me enseñaste que dios es un invento y que nunca hay que escribir su nombre con mayúscula porque no existe.)
(13) Lo mejor que hice, o quizá mi mayor error, le entregué mi amor a un solo hombre.
(14) Mis tesoros, dos hijas, dos hijos y una nieta
(15) Siempre me gustó cocinarles milanesas, ensalada rusa, lomo Strogonoff, ají de gallina, arroz con pollo, lomo saltado y un buen pavo en navidades …
(16) Ya sabes que aunque siempre fui atea, me encanta celebrar navidad y hacer muchos regalitos.
(17) Mi color es Azul, mi aroma, lavanda.
(18) Las Islas…. Seres solitarios en medio del mar… Si mi amor, una vez quise morir, pero fue hace mucho tiempo y era demasiado joven.
(19) En mi época de Hippie le heredé a tu abuela mi trabajo de madre. En 1970 crucé el Golden Gate Bridge y compré una postal del puente y te la envié a Lima, junto a un tocadiscos y algunos 45 rpm de los Beatles.
(20) Mi Beatle favorito siempre fue George … “Here comes the sun”.
(21) Siempre cambié mi número favorito según lo que pasaba con las fechas …. 7 ….. 11 ….. 23 …… 26 ……
(22) Mis cantantes, Serrat y Mercedes Sosa … ¿Te acuerdas que te llevé a verlos al “Campo de Marte”?
(23) Recuerdo que me enseñaste tu primer poema cuando tenías 15, pero no recuerdo que te dije … (tu me enseñaste a escribir ese poema)
(24) Mi canción: “Summertime” cantada por Ella Fitzgerald y también la versión de Janis Joplin. (Ahora veo porque eres mi madre)
(25) Una vez un hombre en California me quiso seducir regalándome discos de Armando Manzanero, fue en la época en la que el hombre pisó la luna.
(26) Mi planeta y mi sinfonía favorita son la misma cosa: Júpiter. Además, siempre he creído que puede haber vida en uno de los satélites de Júpiter.
(27) Mis animales, ya sabes Gatos y Unicornios.
(28) Si hablamos de vinos, Malbec, si hablamos de películas, “Un Tranvía llamado deseo”.
(29) Mi actor, Sean Connery, mi actriz, Greta Garbo.
(30) Café con leche va con un Croissant, café negro con un cigarrillo.
(31) Mi recuerdo favorito: Esperar en la ventana de casa de Castelar, Buenos Aires, cada día a las 5pm en punto, a que llegara mi padre con el regalo del día. El entraba a la casa y yo me lanzaba a sus brazos. (… Me enseñaste el valor de los abrazos, “pueden ser curativos” decías).
(32) Recuerdo trágico: Vi a mi padre caerse al suelo, tenía un ataque cardiaco, corrí veinte cuadras para buscar al medico de la familia, pero fue demasiado tarde.
(33) Recuerdo que en el 68, viviendo en el Greenwich Village de New York, me crucé varias veces con Barry White y nos saludabamos, era un tipo amable.
(34) ¿Recuerdas aquella vez que fui a visitarte cuando vivías solo en Lima en el 79?. Te invité a una peña y traté de buscarte una novia que era bailarina de festejo.
(35) Y en San Francisco (mi ciudad favorita) me gustaba silbar “Sitting on the dock of the Bay…wasting time”.
(36) Hoy quiero mostrarte las 36 grapas con las que han cosido mi vientre. Estoy hecha un desastre, pero tengo buenas historias que contarte …
(… El día antes de morir me preguntaste “Hijo, ¿que hago aquí tirada?”, sólo atiné a darte masaje en los pies y luego corté las uñas de tus manos por última vez, pero no pude guardarlas, las dejé una por una, en cada aeropuerto que pisé regresando a casa, porque un día me dijiste “Al morirnos, vamos recorriendo todos los lugares en donde hemos dejado nuestras uñas”. Tu ultima uña, la dejé en mi jardín).


© Adrian, entre Madrid, Abril 2010 y Mendocino, Diciembre 2011.

14 diciembre 2011

(((35)))



“Parece que puedo tocar la luz como si fuera un cuerpo
un manto, una pajarita de papel, un árbol”
La Luz, ese origami infinito, que se va por las ramas del espacio
afectando los sentidos, alumbrando los objetos que vamos a tocar
Lux-Lumen-Lucis-Lumina creadora de sombras y sueños.
Parece que por fin hemos abierto la ventana
y el aire fresco de un descubrimiento eriza nuestra piel.

“Dicen que podría haber vida en un planeta que está a 600 años luz de nosotros”
murmura la gente en el tren
“Si está tan lejos ¿cómo vamos a saber si eso es cierto? comenta un incrédulo
“Además le han puesto uno de esos nombres raros
de película de ciencia ficción, Kepler-22b”
dicen un par de jóvenes que empiezan a googlear el asunto en sus teléfonos.
“Kepler fue el primer astrónomo del siglo diecisiete
que descubrió las leyes que mueven los planetas” dice un estudiante,
todos se quedan callados, algunos sonríen
el tren se detiene en la siguiente estación, muchos se bajan allí
los celulares suenan y por un buen rato la gente se olvida del tema.

“¿Abuela crees que hay vida en otros planetas?”
“Mira hacia arriba ¿ves las estrellas?
lo que vemos es tan sólo su luz, que viene de muy lejos y
salió hace tanto tiempo que es posible que al llegar a nuestros ojos
la estrella ya esté muerta, pero vemos su luz…”
Siempre me cautivó y deprimió la idea de ver algo tan bello
que quizá ya no existe, como si fuera una un espejismo de agua en el desierto
Lux-Lumen-Lucis-Lumina eres la alfombra voladora de mis sueños.

“No creo que haya más vida en el universo que nosotros mismos”
replica un hombre con la exacta mezcla de escepticismo y arrogancia
que mete las manos en los bolsillos para que nadie le vea cruzar los dedos.
Una niña que aún no sabe cuantos planetas hay en nuestro sistema solar
se imagina jugando con niñas de otros planetas
enseñándoles ese trabalenguas dificilísimo de los tres tristes tigres.

“Paren el tiempo … creo que esto se puede arreglar”
piensa una mujer que sube al tren como si estuviera trepándose
a una máquina tele-transportadora.
De una u otra forma, todos nos dejamos llevar
por la mecánica celeste que gobierna los cuerpos
y nuestra química personal
-que nos infiere valor para superar el dolor de muelas-
nos ayuda a distinguir sin miedo, la presencia de otros ojos,
otras bocas, otras forma de abrazo esperando allá
en la Lux-Lumen-Lucis-Lumina del universo
que vive en los espejos…



© Adrián, 3:33am
gracias Jamille, por los ojos,
gracias planeta llamado Kepler-22b, donde quiera que estés.

06 diciembre 2011

((((34))))



Longevidad
palabra circular, algo dura y a la vez volátil,
situada entre las ramas de la elocuencia
y los albores de la cafeína,

palabra esculpida con el recuerdo de importantes confesiones
que parecen no tener sentido en este instante
alimentada con una buena cantidad de besos inolvidables
que ahora son difíciles de recordar…

palabra que vive entre la piel quebrada por los relojes de arena
y las rodillas que ejercieron su poder de bisagra
a la hora del amor

pero esta noche hace frío
y la palabra "longevidad" se atraganta con las líneas de su propia mano
preguntándose ¿cuanto tiempo más? …

Y sus ojos transparentes se quedan mirando
la gotera del techo que cae silenciosa sobre la piel
heredando el perdón de los abrazos y
confundiendo el cálculo de los Escribas.

Fugacidad
palabra lineal, algo blanda y a la vez pesada,
diseñada para huir pero con las ganas de quedarse
a vivir para siempre en las ramas de la impertinencia

palabra sin herencia ni remordimiento
que parece alimentarse de precipicios y trabalenguas
sabiduría de cometa, beso apasionado que juramos nunca olvidar
amasijo de lenguas y manos que no se cansan de volver a empezar

palabra que vive entre la sonrisa casual de dos desconocidos
y la cadena perpetua de siete segundos de éxtasis
a la hora del amor

pero esta noche hace frío
y la palabra “fugacidad” se atraganta con las líneas de una mano ajena
preguntándose ¿ya me toca partir?

Y sus dientes mastican la corteza de un árbol azul
la sangre vuelve a su sitio, la serenidad se expande
heredando el perdón de los abrazos y
confundiendo el cálculo de los Escribas.



© Adrian, image and poem, 2011
gracias a mi modelo Jamille Gris