29 julio 2013

Atando Cabos




En los últimos momentos de su vida
se puso a anotar cosas que no recordaba sin saber por qué

anotó hasta su propio nombre y después
olvidó quien era.



© Adrián, 1999
Parte del libro “26-10-2028”
Premiado en la IX Bienal de Poesía Copé 

16 julio 2013

Welcome to América



Bienvenidos a disfrutar de las mejores balaceras
dentro y fuera de la pantalla grande
bienvenidos a sonreírle a los helicópteros
que circulan los patios de las casas
para dejar muy claro que el miedo existe
bienvenidos a experimentar la mas dulce tortura
de ganar guerras en territorios ajenos
de ganar dinero en territorios ajenos
de imponer ideas en territorios ajenos
bienvenidos a disfrutar de una comida rápida
lectura rápida, amistad rápida, sexo rápido,
y apúrate que pierdes el tren de la fama
y el sueño americano.

Tres helicópteros sobrevuelan mi casa
van y vienen en círculos
la gente cruza las calles con apuro
el ruido en el cielo no me dejar salir del miedo
el ruido en el cielo es la nueva iglesia, el nuevo catecismo
la nueva forma de decir que la justicia ha hablado
que el hombre blanco sigue teniendo el poder
y que tener un presidente negro es solo una casualidad
de tiempo y espacio.

Intentaré salir sin que me vean
treparé los árboles y me esconderé en sus ramas
haré un nido junto a los pájaros que me brindan refugio.
Desde lo alto de este árbol puedo ver a más gente como yo
escribiendo poemas, más gente como yo saliendo a las calles a protestar
puedo ver la gente atemorizada la gente con rabia
la gente con ganas de venganza.

No quiero vivir escondido en las cuatro paredes del miedo
quiero decirles que aquí estoy
con todos mis versos dispuesto a disparar mis palabras
a ametrallar mi poema en sus caras
y en respuesta seré asesinado en defensa propia
con el permiso de la justicia
y del inevitable problema del color de mi piel.



© Adrian
Oakland, 15-16 Julio 2013
-Fotos de los helicópteros sobre mi casa-

13 julio 2013

Rimbaud escapa del Musée d’Orsay



Camuflado en el barullo de las seis de la tarde con los turistas
Rimbaud escapa del lienzo de Latour
cruza el rio y entra al metro Tuileries
se pierde en los túneles y entre empujones y olor a tabaco llega a Trocadero
a la salida se encuentra con los muchachos africanos
que venden replicas de la Tour Eiffel
sus rostros escultóricos le hacen recordar un poema que nunca terminó
                                  
“Ellos piensan que dejé de escribir
pero sus miradas no me lo permitieron
el brillo en sus ojos me abofetea con del verdadero placer de estar vivo”
Busca unas monedas en el bolsillo
tienen más de cien años pero nadie se da cuenta
y a falta de Absinthe consigue unas miniaturas de ron.
“Tengo tanta belleza y está pudriéndose en mis manos
el aroma de las iglesias me da nauseas pero las vírgenes
me devuelven el aire y quiero gritar”
Rimbaud escribe un poema y le gusta la forma en que le disgusta
pero es un poema que no debe existir y se lo come
lo mastica lentamente
sentado frente a la gran torre
pensando en los días de Paris con Verlaine
“Ey Paul, ven aquí, no me odies
ven a tomar un trago de esto que he conseguido
y siéntate a ver la torre que nos han construido”
Un vagabundo baja las escalinatas hacia el rio
como un zombie va camino al suicidio o a dormir en algún recodo
“Ya no es como antes, ya no soporto las murmuraciones del Sena
ni los acuchillantes quejidos de las gárgolas de Notre Dame
la impaciencia de las nubes me marea
sólo quiero ponerme a llorar frente a alguna escultura de Rodin
y escribir en la frente de la Gioconda “He vuelto” para que nadie lo dude
“He vuelto, pero no me quiero quedar, esto apesta!”
A la mañana siguiente una desesperada cuadrilla del Louvre
limpia el graffitti del rostro de La Monalisa
que como si nada hubiera pasado sigue sonriendo
Arthur no recuerda lo sucedido
y despierta en el cuadro de siempre
acompañado por la tropa de poetas que no saben qué decirse
y por el delicado ruido de las zapatillas de las bailarinas de Degas
que viven a su lado.



© Adrián, Paris-Bordeaux-La Croix Blanche, Julio 2013

08 julio 2013

La muerte de la noche en París


La noche tiene ojos
que ven a través de tus manos

si me acaricias el cuello
la noche se derrite en mis labios

si acaricio tus piernas
la noche eriza sus estrellas

si besas mi espalda
la noche explota en mil lunas

si muerdo tu cadera
la noche se rinde a mis pies

así que vamos paso a paso
antes de matar la noche.






© Adrián, París 8 Julio 2013
Escultura "Eros y Psique" de Canova