
El ruido del mar viaja con su infinita cantidad de voces
y me recuerda que salí del agua de las entrañas de mi madre
que crecí frente a las olas
que una vez casi me ahogo
que más de una vez te besé mirando el mar
que más una vez me fui a llorar junto a la espuma
que cientos de veces la mar aparece en mis sueños disfrazada de mujer
y me canta su aroma su piel de cebolla su abrazo de pájaros
y me recuerda que estoy aquí
escuchando su eco
en las voces de otros.
Leido en “Sunrise Café”, San Francisco, 18 de Setiembre
© adrián 2011