14 diciembre 2011

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“Parece que puedo tocar la luz como si fuera un cuerpo
un manto, una pajarita de papel, un árbol”
La Luz, ese origami infinito, que se va por las ramas del espacio
afectando los sentidos, alumbrando los objetos que vamos a tocar
Lux-Lumen-Lucis-Lumina creadora de sombras y sueños.
Parece que por fin hemos abierto la ventana
y el aire fresco de un descubrimiento eriza nuestra piel.

“Dicen que podría haber vida en un planeta que está a 600 años luz de nosotros”
murmura la gente en el tren
“Si está tan lejos ¿cómo vamos a saber si eso es cierto? comenta un incrédulo
“Además le han puesto uno de esos nombres raros
de película de ciencia ficción, Kepler-22b”
dicen un par de jóvenes que empiezan a googlear el asunto en sus teléfonos.
“Kepler fue el primer astrónomo del siglo diecisiete
que descubrió las leyes que mueven los planetas” dice un estudiante,
todos se quedan callados, algunos sonríen
el tren se detiene en la siguiente estación, muchos se bajan allí
los celulares suenan y por un buen rato la gente se olvida del tema.

“¿Abuela crees que hay vida en otros planetas?”
“Mira hacia arriba ¿ves las estrellas?
lo que vemos es tan sólo su luz, que viene de muy lejos y
salió hace tanto tiempo que es posible que al llegar a nuestros ojos
la estrella ya esté muerta, pero vemos su luz…”
Siempre me cautivó y deprimió la idea de ver algo tan bello
que quizá ya no existe, como si fuera una un espejismo de agua en el desierto
Lux-Lumen-Lucis-Lumina eres la alfombra voladora de mis sueños.

“No creo que haya más vida en el universo que nosotros mismos”
replica un hombre con la exacta mezcla de escepticismo y arrogancia
que mete las manos en los bolsillos para que nadie le vea cruzar los dedos.
Una niña que aún no sabe cuantos planetas hay en nuestro sistema solar
se imagina jugando con niñas de otros planetas
enseñándoles ese trabalenguas dificilísimo de los tres tristes tigres.

“Paren el tiempo … creo que esto se puede arreglar”
piensa una mujer que sube al tren como si estuviera trepándose
a una máquina tele-transportadora.
De una u otra forma, todos nos dejamos llevar
por la mecánica celeste que gobierna los cuerpos
y nuestra química personal
-que nos infiere valor para superar el dolor de muelas-
nos ayuda a distinguir sin miedo, la presencia de otros ojos,
otras bocas, otras forma de abrazo esperando allá
en la Lux-Lumen-Lucis-Lumina del universo
que vive en los espejos…



© Adrián, 3:33am
gracias Jamille, por los ojos,
gracias planeta llamado Kepler-22b, donde quiera que estés.

3 comentarios:

  1. bellisimo......gracias Adrian por traducir el sonido en conposicion de palabras que hacen frases, que pintan paisajes y nuevamente crean musica....

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  2. Fernando Arias Vera12/15/2011

    ¡Gracias sobrino querido!. ¿Qué harían los físicos sin los poetas?.El Super.

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  3. Fernando Arias Vera12/15/2011

    ¡Gracias sobrino querido!. ¿Qué harían los físicoa sin los poetas?

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