07 enero 2012

A veces ángel a veces árbol



A veces mi árbol sale a volar
y se topa con pájaros nocturnos que lo miran raro
como si fuera un ser extraviado, pero mi árbol
conoce la ruta para visitar aquella Cumulonimbus
de la cual estuvo enamorado una vez, y se adentra en su cuerpo
imaginando que es helado de vainilla.
A mi árbol y le gusta jugar a las escondidas
con los albatros trasnochadores
y visitar de sorpresa la isla en medio del lago
y la luna en medio del cielo.
El poder de mi árbol está en su corteza
donde lleva escrita las iniciales de los enamorados
que hirieron su cuerpo con el sólo propósito de no olvidar un beso.
A mi árbol le gusta despeinarse en pleno vuelo
y abrir sus ramas de ángel para saludar a los caballos salvajes
las ranas, vicuñas, dragones y unicornios que habitan la madrugada.
Una vez se le trepó una ardilla y le hizo cosquillas
mi árbol muerto de risa aterrizo en mi patio y me pidió ayuda
así fue como lo conocí
así fue como se quedó a vivir en el jardín de enfrente
y aunque de día se disfraza de árbol tímido y llorón
de noche sale a volar por el mundo
a repartir calabrinas y sutercaplias
cosas que inventa en su vuelo mientras nos mira a lo lejos
sabiendo lo que es volar de verdad.

© imagen y texto de Adrián
(siete de enero del dosmildoce)

1 comentario:

  1. Hola poeta
    No sé si decirte que me gusta la imagen más que el poema, o al revés; lo que sé es que cada vez que abro un mail tuyo, la sopresa me invade y allí estás de nuevo: entero, real, imaginario, presente, cerca, grande y pequeño...porque a veces, también te vas con el árbol y te veo volando chiquitito...pero inmenso en mi corazón!TQM

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