21 septiembre 2014

Lo que me separa de la muerte



Lo que me separa de la muerte
son los calcetines y las canciones de amor
el trago de vino, las aceitunas
y la escalera de plumas
que inventamos en cada conversación.

Lo que me separa de la muerte es
el aroma de algunos recuerdos de infancia
el ajo antes del arroz, la cebolla roja en el ceviche
robarme el pan y remojarlo
en la salsa preparada por la abuela.

Lo que me separa de la muerte es
tan dulce como lo que me separa de la vida
y lo que me acerca a la muerte
es tan duro como
lo que construye esta vida.

Lo que me separa de la muerte es
despertar pensando que todo fue un sueño
soñar pensando que todo es real
quedarme mirando esa nube y perder el habla
cuando veo pasar a aquella mujer.

Pero aquí estoy
olvidándome de su piel
suave como las sábanas solitarias del exilio
para poder seguir disfrutando el aroma
de las cosas que cocino.

Pero aquí estoy
mirando los ojos de aquel niño –en el espejo-
que no sabe cómo formular su siguiente pregunta
mirando el mar de recuerdos que se ahogan
en el horizonte del silencio.

Pero aquí estoy
con las medias puestas
con el vino puesto
con las canciones de amor puestas
reinventando la vida.



©Adrián, 21 Septiembre 2014

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