17 agosto 2008

EL LIBRO DEL CUERPO 11



-para las manos de mi hija-
Han volado todos los pájaros
hacia el cielo secreto
que son tus manos
cuando me cuentas cosas
-6 Agosto-



-para los pies de mi hija-
Quieren los peces y las mariposas
compartir el mismo cielo
que es el que inventas
cuando caminas lento
casi flotando
-7 agosto-



-para los ojos de mi hija-
Escrito en el agua está
que el fuego de tus ojos
volará sin parar hasta el centro de la flor
porque renace la vida cada vez que me miras
-8 agosto-



-para las orejas de mi hija-
La magia no está escrita la magia
es un sonido que hemos querido atrapar
y pocos saben guardar con la paciencia
de cábala y talismán por eso la magia
vive escondida en el tintineo de tus aretes
-9 agosto-



-para los saltos de mi hija-
Las alas del fuego se hacen invisibles
cuando tu cuerpo suspendido por una fracción de segundo
aprende la difícil sencillez
del tiempo detenido
-10 agosto-



-para la sonrisa de mi hija-
La música de tu sonrisa
colorea los libros que el tiempo dibuja en silencio
a cada instante
-11 agosto-



-para los abrazos de mi hija-
El viento se detiene a contemplar la tarde
y los transeúntes cierran los ojos
y miran al cielo donde
los pájaros han detenido su vuelo y no se caen
porque me estás abrazando
y eso sostiene el mundo
en el que vivo
-12 agosto-



-para los huesos de la abuela-
Parada en medio del patio regando las plantas
o zurciendo esa media o batiendo
la leche para hacer mantequilla o tomándose un té
en taza grande
allí está la abuela con sus huesos que fueron míos
y ahora son tuyos y de nadie más porque
te he visto mover los labios como ella y
sonreír como ella y quedarte dormida sentada
como ella cuando
cansada de tanto esperarme
se abrazaba en un rincón del mundo
y me llamaba en sueños
-13 agosto-



-cuando tres cuerpos se hacen uno, feliz aniversario-
El mundo imprime árboles nuevos cada mañana
y el hombre deshoja flores cada tres segundos
así andamos por el observado camino de los ángeles que no existen
pero más vale inventarlos para
tener algo bonito en que creer
y de vez en cuando celebrar la vida de tres árboles
naciendo en la colina de la noche
sobre la mesa del desayuno que si existe y crece
en la autopista perfumada y profunda
de la sorpresa que imprime la vida
en los árboles
-14 agosto-



-para las alas de mi hija-
Cada noche ella encuentra el paraíso perdido
se sube a su cepillo de dientes
y viaja frente al espejo de la luna
con la frescura de un ave que conoce
el camino de regreso a todos los lugares
que se han perdido entre pausas
exclamaciones y silencios
-15 agosto-



-para la voz de mi hija-
Gota de agua fresca que prende el día
flama de luz azul que apaga la noche
que la tierra no es suficiente territorio
para el beso de tu boca.
-16 agosto-

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