07 enero 2010

Poema surrealista desintoxicándose




1
Este poema no es acerca de sombreros
pero si de lluvias
no es acerca de aeropuertos
pero se de viajes
no es acerca de amantes pero si de
cuerpos abandonados bajo el espantoso silencio del olvido
así que a empezar que se hace tarde
y pronto llega la abuela y me manda a dormir.

2
La letra Ñ está condenada a usar un sombrero enano
que no la cubre de las inclemencias del lenguaje
le gusta viajar en las libretas y siempre está dispuesta
a ser pronunciada cuidadosamente por sus portavoces,
pero suele quedarse callada
ante tanta falta de paciencia para entenderla
porque ella es valiente y ha sobrevivido las guerras de la lengua
pero también es elegante y sin ánimos de ser pomposa
se presenta cada vez que puede
para decir unas cuantas verdades.

3
Las curvas de un cuerpo están determinadas
por la cantidad de caricias que hemos recibido,
los golpes en cambio no duelen sino
que previenen futuras enfermedades psicosomáticas
y la espalda vive delante de cada enfrentamiento
callada en su oquedad pero siempre
refugiando al cuerpo que la posee.

4
En fin
el gigantesco insecto que inventan los escritores
para salirse de sus propias caparazones
no es más que una entidad fonética de raíz latina,
un bicho de proporciones alérgicas
y con propensión a la repetición de patas,
por eso este poema
no es acerca de sombreros
pero si de cabezas llenas de ruido.


(7 de enero 2010)
© Imagen de Adrián Arias

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