21 abril 2012

De Lluvia, Vino y Arena





-Para Daniel del Solar, 13 Junio 1940 - 13 Enero 2012 -


Después de servirte un buen vaso de vino tinto
necesitas una ventana para esperar la lluvia de hoy
y un par de orejas bien afinadas
para recordar el sonido de la lluvia de ayer.

-primer sorbo de vino-

Cuando era niño pensaba que la lluvia era un montón de patos
que de repente se acordaron que tenían algo que hacer
y salían volando disparados, salpicando toda el agua del mundo.
En la adolescencia la lluvia era romántica y mojarse era un acto de fervor,
una excusa para el abrazo y la desnudez.
A los veintitantos la lluvia era un estado del alma,
a los treinta y muchos se había convertido en un estereotipo en decadencia,
después de los cincuenta la lluvia se convirtió en una máquina del tiempo
que no necesita mas combustible que la memoria.

-segundo sorbo de vino-

No me importaba mojarme
sobre todo si estaba bien acompañado
(un abrazo lo arregla todo)
La lluvia curó mis heridas mas profundas, en realidad
las lamió, y dejó en carne viva lo que hay que sacar fuera
para que se caiga solo.
Poco tuvo que ver la meteorología en esto
excepto por aquella vez en que la lluvia no me dejó llegar a tu puerta
y quise asesinar al “hombre del tiempo”.

-tercer sorbo de vino-

¿Qué necesita la lluvia para sobrevivir? …
la paciencia e ilusión de sus seguidores
cada gota  para un recuerdo bien plantado
cada trozo de humedad para un bocadillo de locura
un trozo de humanidad para explicar el choque con nubes no deseadas
y el silencio, para sentir su repicar en las ventanas.

El dedo índice dibuja un círculo en el vacío
básico y ecuménico, como el pan de cada día
como el agua y el vino en la mesa de la ultima cena
como el abrazo final, ese que te deja el ruido de lo que se fue
y después, una lista larga de pecados por cometerse
-amen amen amén que bien cometidos estuvieron-
y la lluvia seguirá cayendo
-click click click, como fotos que se disparan una y otra vez-
sobre las cabezas de los culpables los inocentes los que no saben nada
-click click click, tratando de atrapar cada instante-
sobre las cabezas de los que creen saberlo todo y se siguen preguntando
¿porque diablos cae la lluvia? ¿qué es una nube?
¿porqué estoy aquí abajo recibiendo cada gota?
cada gota cada gota
cada gota cada
click click click
gota gota
cada
clic
k
.

-último sorbo de vino-

No hay lluvia, sólo arena
camino con mis zapatos sobre ella
y cada vez que la piso siento
que dibujo un paisaje con ciudades enormes
que nunca
nunca
nunca
visitaré
… bueno …. quizá en sueños
hasta que vuelva la lluvia otra vez
y se las coma.



(Después de varios días de lluvia, pero ha llegado el tiempo del Solar)
© Imagen y poema Adrián

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